5 claves para estudiantes que quieren meter la cabeza en el sector social

Quizás ni hayas pensado todavía a qué te quieres dedicar o puede que ya hayas encontrado lo que te inspira. Si tú sabes que quieres involucrarte profesionalmente en el mundo de la solidaridad, no dejes que la situación actual del sector social te desanime. Te damos algunas claves.

Fuente: Canalsolidario.org

Autora: Aida Sánchez

La foto es de European Parliament en flickr

Cooperación, acción social, medio ambiente, derechos humanos… Incidencia, sensibilización, fundraising, trabajo en terreno… ¿Por dónde empezar? ¿Cómo averiguar lo que quieres hacer? Piensa qué te gusta hacer, qué te apasiona, y qué habilidades y redes requiere para ponerte a ello. Te damos algunas ideas para iniciar el proceso de exploración:

1. Busca un voluntariado relacionado con tus estudios o aficiones o una oportunidad para hacer prácticas en una organización no lucrativa. Lo ideal sería encontrar un puesto en el que puedas desarrollar tus habilidades y que te permita conocer la organización en profundidad para ver qué puestos y áreas te gustan más. Tómate a tiempo para conocer a las personas que trabajan en la organización y aprende un poco acerca de lo que hacen. Puedes hacer contactos estupendos y utilizar sus experiencias para descubrir nuevas perspectivas profesionales. En hacesfalta.org puedes encontrar orportunidades en tu ciudad o provincia. Las becas también pueden ser un gran impulso para tu formación. Naciones Unidas tiene un programa de voluntariado y otro de jóvenes profesionales. La APC también recomienda consultar la web de la AECID. La Unión Europea tiene otro programa de Jóvenes cooperantes. El Programa de Jóvenes cooperantes del Instituto de la Juventud Español se hace conjuntamente con la AECID y el de la Agencia Catalana de Juventud se hace con la ACCD. Ahora bien, hay que estar atenta a la publicación de las diferentes convocatorias y a los procesos y periodos de selección; y tener paciencia porque seguramente el ritmo de puesta en marcha de nuevos programas será más lento que el de los últimos años.

2. Apúntate a una asignatura con un componente de justicia social. Algunos institutos y muchas universidades ofrecen asignaturas relacionadas con la solidaridad. Sería genial que encontraras alguna asignatura con un temario variado y que combine el trabajo de campo con la reflexión personal y la exploración de los problemas locales en un contexto social más amplio. Así te podrás hacer una idea de qué temas te interesan más y cómo acercarte a ellos. También puede ser interesante apuntarte a una clase de economía. No tiene por qué ser una asignatura plomazo relacionada con las finanzas. La economía te puede mostrar el porqué del impacto de nuestras compras en las economías locales y globales. Además, el aprendizaje acerca de las estructuras de negocio y el desarrollo de habilidades de pensamiento estratégico son valiosos en cualquier sector y en muchas posiciones. más másteres, cursos y talleres de cooperación internacional en la sección formación de Canalsolidario.org.

3. Visita e implícate en la oficina de solidaridad de tu universidad. Puede ser una interesante oportunidad para explorar temas sociales a la vez que te relacionas con personas que comparten tus intereses. También puedes ayudar a planear eventos, hacer red con tus compañeras y compañeros, e intensificar los esfuerzos de sensibilización y promoción. Todo esto, además, te valdrá para desarrollar habilidades valiosas en el sector social.

4. Lee libros y blogs de personas que trabajen en el sector. Echa mano también de las redes sociales para encontrar a profesionales que trabajen en ONG y cuenten sus experiencias o compartan sus vivencias. Puedes echar un vistazo a la sección de libros de CanalSolidario.org. También puedes consultar grupos como el de Empleo y ONG de la Fundación Hazloposible en LinkedIn.

5. Si puedes, viaja al extranjero. Vivir en el extranjero te obliga a ser más independiente e ingenioso y te da la oportunidad de conocer otras realidad, explorar cuestiones internacionales, aprender otro idioma, y, en definitiva, enmarcar mejor tu comprensión de la justicia social. También puedes aprovechar el viaje para visitar proyectos de ONG o para implicarte en un voluntariado de larga duración