¿Por qué las ONG se han convertido en un actor fundamental dentro de la gobernanza global?

Para poder entender la proliferación y consolidación de las ONG como actores fundamentales de la gobernanza global, es necesario entender los riesgos a los que se enfrenta hoy en día el planeta.

El riesgo es un daño potencial que aún no se ha producido pero es susceptible de producir un daño real relevante. Por tanto, se trata de un daño potencial previsible. Cuando hablamos de grandes riesgos globales, nos referimos a posibles grandes riesgos futuros ante los cuales los Estados deben estar prevenidos y actuar. La noción de riesgo global es muy amplia, ya que puede ser de índole geográfica, política, social, etc.

Además, con la globalización ha aumentado la incertidumbre. Según el autor
Ulrick Beck, vivimos en la sociedad del riesgo mundial, siendo los desafíos más importantes los ecológicos, financieros y el terrorismo.

Herramientas como el Global Risk Report 2017 o las estrategias de seguridad nacional (Ley 36/2015 de seguridad nacional) identifican algunos de los riesgos globales a los que nos enfrentamos hoy en día, entre otros:

- Crisis de la democracia
- Terrorismo
- Ciberamenazas
- Inestabilidad económica y política
- Bienestar/prosperidad/Estado social
- Vulnerabilidad energética
- Proliferación de armas
- Espionaje. Intervención mediática extranjera
- Criminalidad organizada
- Descomposición del Estado (separatismo)
- Falta de gobernanza internacional (ej.: crisis financieras, deudas, rescates)
- Conflictos armados
- Vulnerabilidad del espacio marítimo e infraestructuras
- Efectos negativos de los movimientos de población (impactos demográficos).

Lo que vienen a demostrar estos riesgos globales es que no se les puede hacer frente desde una perspectiva local o regional. La gestión de éstos escapa de la competencia exclusiva de los Estados y requieren de una gobernanza preventiva global.

Es por ello que la sociedad civil organizada, especialmente a través de la figura de las ONG, ha pasado a consolidarse como un actor fundamental de la gobernanza al encargarse de atender intereses y necesidades que son ignoradas e insatisfechas.