Software libre como alternativa legal y económica para ONGs de escasos recursos.

Es una alternativa magnífica. El único problema podría ser a nivel técnico (instalación, mantenimiento / resolución de problemas, migración a otros programas en el futuro). Siempre contando con la garantía de que dicho software está exento de código dañino (spyware, malware, virus,...).

Actualmente existen muchos agentes (públicos y privados) que instalan software libre en sus equipos: Linux en lugar de Windows, aplicaciones para PDFear documentos,...).

Estas herramientas proporcionan las funcionalidades que sus equivalentes de pago (en algunos casos, mejores incluso). Además, en algunos casos es posible contratar por un módico precio un pequeño soporte técnico.

El software libre es un buena alternativa, ahora bien, suele requerir de un mayor conocimiento técnico.
Para que sea una buena alternativa hay que analizar bien las necesidades de la ONG y valorar qué solución se ajusta mejor, a veces existen soluciones muy económicas, ya alojadas (SaaS) y no hace falta apostar por el código abierto.
Como digo, hay que estudiar bien las necesidades.

Justamente yo me dedico a este sector, si os interesa ya me lo comentaréis.

Saludos.

Como anota Juan Antonio, creo que es difícil responder a la pregunta con un “sí y siempre” porque estaríamos induciendo a error a las organizaciones, pero al mismo tiempo asumo que es una alternativa a considerar en cualquier caso.

En cuanto al coste, sin embargo, es importante valorar lo que se conoce como Coste Total de Propiedad (CTP, TCO en inglés) porque, si bien es cierto que el SL no incluye costes de licenciamiento, ello no significa que desplegar un proyecto del tipo que sea basado en SL vaya a ser gratis.

Además de los valores que apunta Juan en su pregunta inicial, creo que en algunos casos típicos como los gestores de contenidos web (pero también en otros como CRM, etc.) el SL puede aportar un valor extra, que es el de la posibilidad de encontrar más fácilmente quién mantenga una aplicación determinada cuando, por la razón que sea, quién lo estaba haciendo hasta el momento deja de hacerlo (un voluntario que se va, una empresa que cierra, un freelance con el que no congeniamos…). Precisamente el último post de mi blog hablaba sobre ello. Por si os interesa, os dejo el enlace.

Bueno, para empezar el debate, lo dejo aquí.

Saludos,

Jaume Albaigès
http://www.tecnolONGia.org

Además de lo que ya se ha comentado, no hay que olvidar que el software libre es una opción más ética que el software propietario, fomentando la expansión del conocimiento, la independiencia tecnológica y el impulso de las economías locales. En un sector en el que se supone nos movemos más por principios éticos que puramente prácticos o económicos, son aspectos que habría que tener en cuenta.

Un saludo

Una opción económica, que no gratuita, es adquirir software comercial a través del proyecto DONO [http://dono.discapnet.es/], donde distintas empresas ofrecen sus productos (y soporte) a precios muy reducidos para ONGs.
Un saludo

Partimos de la base de que no hay una solución tecnológica común para todas las ONL. Además de la variable “precio” (o como bien define Jaume, el TCO, coste total de propiedad), el éxito depende también de otras variables:
INTERNAS: la cultura organizativa de la ONL, de los sistemas informáticos heredados, del nivel de formación TIC de sus usuarios, de su estructura de servicios y delegaciones, etc

EXTERNAS: de la experiencia y conocimientos del sector ONL de la empresa que implemente la solución, así como de la calidad del software a implementar (aún se están implementando aplicaciones que fueron desarrolladas hace 10 y 15 años, muy alejadas de las necesidades de usabilidad actuales).

El software de código abierto (traducción literal de open source) se basa en una dinámica comunidad de miles de personas que cada día mejoran una aplicación, aportan widgets y complementos. Su calidad mejora muy rápidamente, salen versiones mejoradas cada mes. Muy pocas empresas de software propietario pueden competir con eso.

En mi opinión el software libre es no solo una alternativa legal y económica para ONGs de escasos recursos sino para cualquier ONG ;)

Cuando se habla de TCO, parece que este solo afecta al software libre, en el sentido que se dice, ojo que aunque no haya que pagar licencias hay unos costes asociados que si hay que pagar (consultoría, implementación, despliegue, formación, etc.).

Bien, estos otros parámetros existen en el software privativo o “convencional” y suelen ser iguales o mayores que en el caso del software libre.

De los muchos análisis y estudios que se han hecho (con la salvedad de aquellos financiados por las grandes empresas de software privativo ;) ) parece ser que la conclusión más habitual es que el TCO del software libre es bastante más bajo que el del software privativo.

En resumen y tratando de contestar a Juan, personalmente creo que hay mucho software desarrollado bajo licencias libres que es perfectamente válido para ser usado por ONGs con o sin recursos, así como por cualquier otra organización con o sin ánimo de lucro, como de hecho ocurre en la actualidad y cada vez más.

Saludos!
Pablo

Buenas.

Estoy muy de acuerdo con lo que indica Pablo Gutiérrez Cepeda. He realizado varios análisis reales de TCO y recuperación de la inversión inicial y la rentabilidad es brutal. Hay que tener en cuenta muchos factores que, en ocasiones, pasan desapercibidos.

Por ejemplo, el tiempo de inactividad del software libre es prácticamente nulo frente al del privativo. Entre otros temas, por la ausencia de software malicioso que ya se ha comentado.

No estoy de acuerdo con lo que se comenta en general sobre la necesidad de tener grandes conocimientos. Para la instalación de un sistema completo GNU/Linux, sí se requieren conocimientos específicos. No así para la creación de los conocidos como escritorios transaccionales (aplicaciones libres corriendo bajo entornos MS-Windows). Realmente, ¿qué aplicaciones nos pueden hacer falta para nuestro trabajo? Estoy convencido de que todas ellas dispondrán de una versión MS-Windows con una instalación tan fácil como pulsar un doble click.

Recomiendo una página en la que para cada aplicación privativa (de las conocidas) se proponen una o varias alternativas libres plenamente funcionales. Está en Alternativas libres

Apostaría a que todos somos capaces de instalar y poner a funcionar todas las alternativas de la página anterior….

Si alguien no encontrara una alternativa, podría lanzar una consulta. Seguro que entre todos, la localizamos.

Saludos,

Pablo, Guillermo, coincido plenamente con vosotros en cuanto a lo que decís respecto del TCO del SL. Cuando lo mencioné no era para compararlo con el TCO del privativo, sino como valor absoluto. En el sector “amamos lo gratis” y es importante hacer pedagogía al respecto, para que las entidades comprendan que una cosa es no pagar licencias y otra es que si le pides, por ejemplo, a un consultor o a una empresa que te haga un web en Joomla, vas a tener que pagar su trabajo y el alojamiento, por muy libre que sea el Joomla. Espero haber aclarado el punto. :)

Jaume,

estoy totalmente de acuerdo con tu comentario y creo no haber dicho nada en contra.

Para mí, lo menos importante es que no exista coste de licencia (que, por otro lado, puede existir según la licencia libre o de código abierto de que se trate).

Sólo enfatizada que, incluyendo los costes asociados al Software Libre, tanto el TCO como el ROI (retorno de la inversión) suelen ser más que favorables. Y, comparados con el privativo (eso sí nos interesa a las ONG), los datos “cantan” aún más.

Un dato curioso. En algunos estudios he llegado a asumir que el usuario no pagaba licencias privativas (elimino del estudio la gratuidad del software) y, aún así, sale.

Pero, además, el Software Libre tiene otras muchas más ventajas que las ONG deberíamos aprovechar, algunas de las cuales, ya han sido comentadas por aquí.

Saludos,

Correcto Jaume, creo que estamos todos de acuerdo ;)