Debates del equipo asesor
Abierto por:
Periodista, socia de Grupo Comunicating, agencia especializada en comunicación para el Tercer Sector. Más de 15 años de experiencia en medios de comunicación.
¿Se está utilizando a las ONG para hacer campañas de imagen?
07.03.14
Hola,
En estos tiempos de crisis las ONG se muestran más flexibles con las entidades, empresas o instituciones dispuestas a darles fondos a cambio de vincular su imagen con la ONG en cuestión. A veces, estas situaciones colisionan con la filosofía de la organización e incluso puede poner en peligro las aportaciones de socios particulares porque no vean bien esta política. ¿Qué pensáis? ¿Dónde se debe establecer el límite? ¿Se está utilizando a las ONG para hacer campañas de imagen?
Gracias.
Respuestas
Aportada por:
Equipo Voluntariado Corporativo, Fundación Hazloposible
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18.03.14
Hola! Creo que es cierto que algunos de los socios particulares pueden dejar de colaborar con ONG si reciben fondos de empresas o instituciones que les parecen inadecuadas. Yo también lo haría. La clave para que no ocurra esto es seleccionar muy bien a las entidades con las que la ONG quiere colaborar y medir las consecuencias que puede tener cada colaboración. Quizás no salga a cuenta, a la larga.
Existen muchos tipos de colaboraciones entre empresas y ONG y centenares de actividades de voluntariado corporativo: alguna serán usadas, como dices, como campañas de imagen; pero otras sí son actividades orientadas a sensibilizar, involucrar a la plantilla, desarrollar habilidades, empoderar a organizaciones compartiendo el capital humano de las empresas… Las ONG deberían ser muy cuidadosas escogiendo tanto las empresas/instituciones con las que colaboran como programando las actividades. Aunque sé que es muy difícil, debido a la situación económica que atravesamos.
Aportada por:
Consultora de FNL's, ONG's. Experta en Gestión de Centros Sanitarios y Asistenciales. Responsabilidad Social Corporativa
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Asesor particular
24.03.14
Hola! Creo que el problema no es si la empresa que dona es inadecuada, hay muy pocas. El problema es que luego quieran publicitar su donación. Me he encontrado con casos en los que las condiciones que imponia la empresa donante incluian una campaña publicitaria muy agresiva en los medios. Algo que a la Fundación le podia perjudicar. Incluso se insinuó por parte de esta empresa la posible utilización de los menores a los que ayudaba la Fundación en la campaña. Creo que hay responsables de RSC en las empresas que no saben de que va esto. Una cosa en mejorar la imagen, algo lícito, y otra cosa es basar la campaña publicitaria de la empresa en su supuesta buena acción. Todos sabemos que el “Don’t be evil” de google no existe.
Aportada por:
Periodista, socia de Grupo Comunicating, agencia especializada en comunicación para el Tercer Sector. Más de 15 años de experiencia en medios de comunicación.
Trabaja en:
Asesor particular
25.03.14
Muchas gracias por vuestras aportaciones. Estoy de acuerdo con Vanesa en que hay empresas colaboradoras que pueden no ser adecuadas con la política o filosofía de las ONG o asociaciones, y hay que valorarlo correctamente porque el daño a largo plazo puede ser tremendo. A las ONG se les exige mucho más que a cualquier otra empresa o institución, más transparencia y más ética. Y esta exigencia es mayor si colaboras con ella como socio, padrino, donante o voluntario. Por eso es tan importante no caer en colaboraciones aparentemente buenas a corto plazo pero nefastas para el futuro.
También es cierto que las empresas pueden tener a personas en sus departamentos de RSC que no saben de qué va esto (las hay) o que sí saben y por eso buscan aliarse con ONG, para beneficiarse de su buena reputación y aceptación social y ante los periodistas. Hay buenos estudios sobre esto.
El caso que expone María José es tremendo, tanto por la exigencia de una campaña publicitaria a cambio de la colaboracón como por insinuar que fuera protagonizada por los menores ayudados. Sin embargo no es inisual. Por eso es tan importante analizar, valorar, negociar o reconducir propuestas; calibrar cómo afectará a la imagen y reputación de la ONG ante la opinión pública, ya sea a través de los medios o de las redes sociales; y en último extremo, rechazar una colaboración por perjudicial si no se ajusta a la filosofía de la ONG. En temas de reputación las ONG tienen la sarten por el mango aunque muchas no son conscientes de ello. Devaluar su reputación puede tener un coste difícil de superar.
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