¿Qué ventajas nos aportaría cambiar nuestra personalidad jurídica de asociación a fundación?

laa respuesta es amplísima para tampoco espacio de tiempo, ya que el funcionamiento de ambas instituciones (asociación y fundación) es totalmente distinto e imposible de resumir.
A grandes rasgos, una asociación (salvo que tenga la declaración de utilidad pública, en cuyo caso hay una regulación específica) tiene un modo de funcionamiento más ágil. la Junta Directiva tiene que convocar e informar a la ASamblea General de socios, y sus competencias y funcionamiento le vienen dada por sus propios Estatutos.
una fundación tiene que rendir cuentas al Protectorado (la adminitración), como mínimo una vez al año, y cada vez que pretenda hacer determinados negocios jurídicos previstos en la Ley, en los que habrá de solicitar autorización previa para poderlos llevar a cabo. Por contra, gozan de unos beneficios fiscales que las asociaciones, en principio, no tienen.
Los miembros de la Junta Directiva pueden percibir un salario por el desempeño de su cargo, si los Estatutos no lo prohiben, mientras que el cargo de patrono en una Fundación es absolutamente gratuíto.
Todas las diferencias radican en el funcionamiento interno, así como en la forma de constitución de la asociación y de la fundación, ya que una asociación puede nacer sin patrimonio, la fundación requiere una dotación mínima de 30.000 euros. Es imposible contestar todas las diferencias en tan poco espacio. Pero una asociación puede constituir una fundación, y no por ello desaparece la asociación, ya que pueden seguir coexistiendo ambas, y así no desaparecería una forma de financiación como lo es la cuota de los socios, puesto que estos son inexistentes en la fundación.