¿Qué podemos hacer para que la contratación de una persona en una ONG el primer año no dispare el gasto de gestión?

Hola Nieves,

No sé si voy a responder directamente a tu pregunta, pero la aprovecho para hacer pública una reflexión que hace tiempo que me preocupa en relación al tema que planteas.

Detecto en muchas organizaciones una cierta “obsesión” (lo entrecomillo para que se entienda cariñosamente) por la cuestión de los porcentajes de distribución del gasto. Esto tiene su origen en la demanda que socialmente se hizo en su momento a las ONG (sobre todo a las ONGd, pero no solamente) de mayor transparencia en la rendición de cuentas. Ahí se generó una dinámica en la que parecía que si no se obtenía un 90% en proyectos/beneficiarios y un 10% en estructura/gestión la ONG estaba haciendo, como bien dices, una mala gestión o, incluso peor, despilfarrando y hasta robando el dinero de los donantes.

Creo que debemos quitarnos de encima el miedo a lo que dirán, siempre que actuemos honesta y razonablemente. Todas las empresas saben que hay que destinar una cierta cantidad de dinero a gastos de estructura para que la organización funcione bien, a pesar de que este dinero no suponga la consecución directa de los objetivos de la empresa, que no son otros que la venta del producto o servicio correspondiente. Por no hablar de las administraciones públicas, donde muchas veces no hay más que estructura. Así que, lógicamente, debemos tratar de no despilfarrar, debemos tratar de lograr que la mayor parte posible de nuestro gasto se destine a lograr impacto sobre nuestros beneficiarios, pero no debemos absolutizar estos principios hasta el punto de que anatemicemos el gasto en gestión o estructura. Y más si lo que hacemos es INVERTIR EN LUGAR DE GASTAR, que no es lo mismo.

Por ejemplo, muchas ONG han observado que destinar recursos a comunicación/publicidad les reporta mayores donativos, por lo que no “gastan” en comunicación, sino que “invierten” en ella (y por ende en la consecución de los objetivos de la organización). Otras no invierten en este apartado o en otros (las TIC son otro ejemplo típico) y acaban gastando más o, simplemente, teniendo mucho menor impacto del que podrían lograr en el cumplimiento de su misión.

En conclusión, yo te diría que, si a vosotros os parece que es lo necesario, no se os atragante la contratación de la persona por una cuestión de un gráfico que aparecerá en vuestra memoria. Los números pueden y deben ser explicados y nadie tiene que pensar automáticamente que sois malos gestores.

Y para que no sea que no te aporto nada concreto, siempre tenéis la posibilidad de repartir el coste de esta persona entre diferentes centros de coste, de modo que si esta persona dedica una parte de su jornada (ni que sea indirectamente) a trabajar en los proyectos, ello quede imputado como tal en vuestra contabilidad.

Espero que esta información te sea de utilidad.

Un abrazo,

Jaume Albaigès
jalbaiges @ tecnolongia.org
Visita mi blog sobre TIC y ONL: http://www.tecnolongia.org

Hola Nieves,
Cuando existen proyectos especificos que requieren un profesional con un perfil que no posee la Ong, es necesario adquirirlo para cualificar el potencial humano de la instititucion, y es claro que todo proyecto tiene unos recursos y as por ese concepto que se deben hacer las gestiones posibles para que la persona que se vincule al proceso institucional este justificado por el correspondiente proyecto.
Gracias, Espero haber ayudado en tu consulta.
Maria del Pilar.

Estimada Nieves:

Al igual que el compañero Jaume, creo que yo tampoco puedo ceñirme a la pregunta que planteas, porque el problema no está donde los estás enfocando, sino en un planteamiento más general de política de la organización.

Me uno totalmente a las valoraciones del citado compañero. Creo que no pueden ser más acertadas. Me da la impresión de que esta preocupación aparece con más frecuencia en las organizaciones con una fuerte base de voluntariado. Parece como una especie de “traición” al espíritu de la acción voluntaria, pero nada más lejos de la realidad. Al contrario, la inversión en recursos humanos cualificados constituye una de las mejores políticas por las que puede optar una ONG. Así, el sentido del Voluntariado tiene la posibilidad ocupar un papel relevante en aquello que le es más propio, que no es tanto la intervención directa como la relflexión crítica y la denuncia de las injusticias sociales.

Os felicito por la iniciativa y espero que sea el primero de muchos profesionales que contratéis. Y a los financiadores, sean públicos o privados, hacedles ver no sólo los logros en cantidad sino en calidad. Si no ven la diferencia, es problema suyo. A la larga, no os interesan como socios, por mucho dinero que os puedan aportar.

Mcuho ánimo con vuestro trabajo y adelante.

Hola Nieves
Ojo ahí, el gasto de esa persona si es para los fines del proyecto y no como parte de la administración no es gasto de gestión. Si ese contrato es para hacer trabajos administrativos y no lo puedes posponer lamentablemente si lo debes cargar en ese concepto, Saludos
Luis Canales
lcanales@viabcp.com