Fundacion sin Secretario

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El secretario de la fundación tiene un papel crucial en la organización y funcionamiento del patronato. Su figura es obligatoria (porque certifica los acuerdos). Debe desempeñar su cargo con la diligencia de un representante leal, lo que implica una responsabilidad frente a la fundación por los daños y perjuicios que pueda causar por actos contrarios a la ley o a los estatutos.

Dicho esto, ante la falta de diligencia del secretario, el patronato de la fundación debe reunirse para acordar el cese del secretario y nombramiento de uno nuevo (conforme a lo establecido en estatutos y artículo 18 de la Ley 50/2002). Es importante que el nombramiento se formalice mediante acta y se notifique al protectorado, si es necesario (la aceptación del cargo tiene que realizarse en documento público, en documento privado con firma legitimada por notario o mediante comparecencia realizada al efecto en el Registro de Fundaciones).

Sobre el cargo de Presidente, también es obligatorio. Sin perjuicio de lo dispuesto en los estatutos, la norma establece que el Patronato de una Fundación debe estar conformado por 3 miembros (Presidente y Secretario incluidos). Sobre la posibilidad de que el cargo de Presidente y secretario recaigan sobre la misma persona está muy tasado y requeriría su estudio previo.