Consulta sobre legalidad de pedir informes médicos que acrediten trastorno desarrollo para el acceso en condiciones especiales a Port Aventura

Cada vez que se elevan quejas a organismos que se titulan “Atención a….” a lo que sea, al menos en mi experiencia, es como tirar pólvora al cielo. Mucho ruido, un oficio muy largo, y nada más.
Me parece una contestación que desde un punto de vista humano no es aceptable y desde un punto de vista jurídico, la contestación es más que dudosa porque no se ha entrado en el meollo de la queja que se planteo ante el OADIS del Ministerio de Derechos Sociales.
En la contestación no se tiene en cuenta el elemento fundamental: una persona con lo que denominamos espectro autista, que puede ser desde leve a muy fuerte, y que es capaz de hacer una cola con normalidad (más o menos) o no puede hacerla de ningún modo. ¿Cómo graduamos a estas personas? Porque no son estrictamente personas enfermas, sino que simplemente, ven las cosas de otro modo. Ahí es donde falla la respuesta. El autismo no es una minusvalía que puedas establecer numéricamente, más del 33 por 100 o más del 66 por 100, o lo que haya determinado cada Comunidad Autónoma que te emite la correspondiente tarjeta para que la exhibas. El autismo es totalmente individual y propio de la persona que tiene ese espectro; no hay evaluación.
La hipótesis de ir con un certificado emitido por un psicólogo, un terapeuta, un neurosiquiatra por todos los lados, es irrazonable, y además, ¿qué van a poner en ese escrito? Porque cualquier documento médico está protegido de una manera radical por la legislación europea y española. No hay tarjetitas de las comunidades aplicables a este caso. ¿Les producimos un daño moral aún mas fuerte a estos niños poniéndoles encima un certificado de discapacidad?.
En definitiva, la contestación de la Administracion es inadecuada, como poco, y sobre todo no tiene en cuenta lo que es un espectro autista.
Y, por supuesto, Port Aventura no puede solicitar ningún documento sobre la problemática de un niño autista, del mismo modo que no nos pide certificados a los neurotípicos.
Entiendo que el problema es más que jurídico. Se trata de una falta absoluta de sensibilidad por parte de ese parque.
Pongo un ejemplo: Si vas a una estación de tren, y pides una atención especial porque no puedes andar bien, o tienes un brazo roto, o no ves perfectamente, etc, en la estación de RENFE, o ADIF, ponen a tu disposición una persona y una silla de ruedas que te conduce a tu vagón y te ayuda a subir. Simplemente con pedirlo; no te piden más. Creen en tu palabra sin discusion alguna.
No hay que olvidar que la presunción de inocencia implica la suposición de que no mentimos cuando pedimos un trato deferente en una estación o en un aeropuerto. Pero parece ser que en Port Aventura se ha establecido que sus clientes tienen que probar, con una documentación que no puede ser exhibida legalmente porque rompen la intimidad de menor, que sus niños necesitan un cuidado especifico que no necesitan otros niños.
Es lo que los abogados llamamos “prueba diabólica”.

Muchas gracias Concha,
Creo que vamos a poner una Queja al Defensor del Pueblo.
Gracias por tu contestación.
Un saludo