¿Dudas sobre el impacto del voluntariado corporativo?

Por Hacesfalta.org En todos los foros y encuentros sobre voluntariado corporativo una de las preocupaciones constantes, que siempre se plantea como un reto, es la medición del impacto de este tipo de programas.

Suele surgir una primera duda sobre qué podemos o debemos medir: número de participantes, horas de voluntariado realizadas, personas beneficiarias de la actividad, etc. Estos son los indicadores más comunes, aunque también suelen generar cierto debate. ¿En una jornada medioambiental cómo medimos las personas beneficiarias? Si la actividad es fuera de la jornada laboral, ¿la empresa puede considerar esas horas como voluntariado corporativo?

En los ejemplos indicados se mide participación, pero si queremos medir impacto el tema aún se complica más. ¿Tiene el mismo impacto un periodista colaborando en el área de comunicación que pintando una casa? ¿O una abogada revisando convenios que acompañando a mayores en su tiempo de ocio? ¿Se puede comparar el impacto de una actividad medioambiental con un servicio probono o con la participación en una junta directiva?

Queda claro que medir el impacto del voluntariado corporativo no es fácil, pero tampoco imposible. Ante la complejidad de la tarea, una primera decisión será qué vamos a medir, y esta decisión deberá tomarse en función de cuáles sean los objetivos que se quieren alcanzar con el programa de VC. La empresa se puede plantear simultáneamente diferentes objetivos con este tipo de programas: reputación e imagen externa, atracción de talento, sentimiento de pertenencia… Pero siempre habrá unas metas que sean prioritarias. Como la tarea de medición supone un esfuerzo importante, conviene concentrarlo en medir lo que se considera prioritario en la empresa.

En esta línea de medición del impacto del voluntariado corporativo, os traemos un estudio realizado por The Corporate Citizenship Company que se centra en cómo el voluntariado corporativo puede contribuir a la adquisición de habilidades profesionales. Este estudio concluye, sobre una muestra de 375 empleados, que los proyectos de voluntariado tienen un impacto positivo en niveles de competencia de las personas participantes. Y vas más allá pues cuantifican esta mejora en un 17%. La cifra no está calculada al azar, sino que estas personas participantes realizaron encuestas de autovaloración antes y después de participar en los programas de voluntariado.

El estudio incluye seis casos de estudio sobre cómo diferentes empresas han medido el impacto de sus programas de voluntariado, centrándose siempre en la mejora de sus competencias profesionales. En estos ejemplos se utilizan diferentes técnicas, y se aplican para grupos grandes (300 participantes) o pequeños (3), y para programas con actividades y dedicación muy diferentes. Un estudio muy interesante, con dos pequeñas pegas: es de 1998 y está en inglés.

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