Saltar al contenido principal
Publicado por: Agustín Pérez López

¿Es la inseguridad el mayor obstáculo de la captación de fondos a través de Internet?

19.12.11

mouse

Cuando abordo el tema del papel de Internet en la captación de fondos en alguno de los cursos que imparto, compruebo a menudo que mucha gente opina que la mayor dificultad que afronta es la falta de confianza en la seguridad de las transacciones por ese medio. ¿Qué hay de cierto en esta creencia? ¿Es verdaderamente el mayor obstáculo para que se convierta en un canal de captación mucho más importante de lo que es en la actualidad? ¿Podemos hacer algo para aumentar la e-confianza?

Es verdad que para mucha gente que está predispuesta a donar el temor a que sus datos personales, especialmente los datos bancarios, caigan en manos de desaprensivos es uno de los principales frenos. Así lo indica el reciente estudio La solidaridad y yo, elaborado por Two Much para la ONG Iwith.org. En él se señala que esa inseguridad afecta mucho o bastante a su decisión de no donar a través de Internet a casi la mitad de las personas que han encontrado una objeción para hacerlo. Otros frenos relevantes son no saber quién está detrás de una iniciativa, no recibir una información completa o sentirse manipulado, pedir apoyo con demasiada insistencia o mediante una publicidad ostentosa.

Tengo la impresión de que, aunque exista un cierto nivel de desconfianza general hacia este medio, el mayor problema reside en el grado de confianza que suscita un sitio web concreto u otra iniciativa canalizada a través de cualquier medio de la Red cuando se combinan algunos de los factores antedichos. Lo creo así porque las pocas organizaciones que captan donaciones de forma masiva a través de Internet no parece que encuentren en la desconfianza un obstáculo insalvable, a juzgar por el volumen de aportaciones online que obtienen.

Otra prueba indirecta la ofrecen el auge del comercio electrónico. Hoy día muchísima gente compra los billetes de avión o alquila un alojamiento por este medio. También es habitual utilizarlo para comprar entradas para espectáculos y para adquirir gran variedad de artículos, como por ejemplo libros. De hecho, según un estudio de INTECO realizado en 2009, el 43% de la gente estaba entonces de acuerdo con la afirmación de que “Internet es cada día más seguro” y un porcentaje muy similar tenía mucha o bastante confianza en las pasarelas de pago. Se aprecia el aumento constante de esta confianza y la reducción de la diferencia entre dar los datos personales por un medio físico y uno virtual (tan solo diez puntos de distancia).

Podemos decir, de acuerdo con la encuesta antes citada, que de cada diez personas seis confían en mayor o menor grado en la seguridad de Internet y las otras cuatro no. Pero tanto en un grupo como en el otro pueden existir personas recelosas de donar a una causa concreta porque quienes plantean la solicitud o la forma en que lo hacen no les inspira una confianza plena. Por tanto, además de proporcionar medios de pago seguro y proclamarlo de forma reiterada para aplacar a los más temerosos, deberían trabajar otros aspectos que pueden infundir confianza, como es exponer quiénes conforman el equipo dirigente que está detrás de la iniciativa, explicar la trayectoria de la organización y los logros que ha cosechado, ofrecer información sobre la gestión de los recursos recaudados, etc.

Yo diría que, más que estar convencidos de la seguridad de sus datos personales, necesitan estar seguros de que su aportación merece la pena. Creo que esto es lo más importante. Tal vez la inseguridad de las transacciones electrónicas no sean más que una coartada para una parte de quienes la aducen como motivo para donar. Siempre se les puede y deben ofrecer canales alternativos para los más cautelosos (un número de teléfono y la dirección postal para que envíen el formulario por un medio físico). Si se les dan todas las opciones, el canal dejará de ser una excusa.

Sea una razón genuina en muchos casos o un pretexto en otros, mi pronóstico es que la confianza en Internet irá conquistando posiciones de forma lenta pero firme. A medida que se extienda el comercio electrónico se irá perdiendo el temor a la donación en línea. El obstáculo mayor, a mi juicio, es la falta de cultura de la donación en general y el uso todavía incipiente que realizamos de Internet para la participación social. No van a surgir nuevas actitudes por generación espontánea. S*on las ONG quienes tienen que utilizar de forma más inteligente ese medio* que ya forma parte indispensable de la vida cotidiana de gran parte de la sociedad y que será un medio prácticamente universal en un futuro cercano. No aguardemos a que los reticentes dejen de desconfiar, consigamos que confíen en nosotros.

Trata sobre:

  • Estrategia
  • Tecnología y web
Compárte en las redes sociales

Comentarios

Publicar comentario

solucionesong.org
Un proyecto de