Aprende a sacarle el máximo rendimiento a las redes sociales de tu ONG: Qué has de tener en cuenta como Community Manager
Si eres CM o gestionas las redes sociales de una organización te dejamos unos consejos imprescindibles a tener en cuenta para sacarle el máximo partido a los perfiles de tu ONG. Descubre las mejores redes sociales según los diferentes objetivos de tu entidad, cómo y para qué emplear cada una. ¡Sigue leyendo para saber más!
Las redes sociales son, a día de hoy, una de las fórmulas más sencillas y eficaces para llegar a nuestra base social (tanto las personas que ya nos apoyan como las que potencialmente podrían apoyarnos), dar a conocer nuestro trabajo y generar nuevas alianzas.
Con inversiones reducidas (al margen de los recursos humanos y financieros necesarios para mantener la presencia de la organización en redes sociales) se pueden conseguir importantes resultados en impacto. Su principal valor es que permiten una comunicación real y multidireccional con nuestros seguidores, lo que nos ayuda a estar mucho más cerca de ellos/as, a conocer sus perfiles, inquietudes e incluso sentimientos, de la misma forma que ellos se sienten mucho más cerca de nosotros, lo que contribuirá a que se conviertan embajadores de nuestra organización.
Lo primero de todo: Objetivos claros y medibles
Antes de montar cualquier estrategia en redes sociales, lo primero que tenemos que determinar es qué objetivos queremos conseguir y qué recursos tenemos disponibles para lograr dichos objetivos.
No es lo mismo si queremos posicionamiento respecto a un tema en concreto (donde una estrategia con contenidos con capacidad de ser virales y fáciles de compartir y difundir puede ser la más indicada) o si lo que queremos en ampliar nuestra base social y aumentar nuestros apoyos (donde la estrategia irá más hacia la continuidad en la publicación de contenidos, acompañada de una estrategia de ampliación de nuestras bases de datos con formularios de contacto) o si queremos lanzar una campaña ante una emergencia o simplemente de captación de fondos.
También hay que asegurarse de que los objetivos sean específicos, medibles y realistas. Establece indicadores que correspondan a lo que queremos lograr y que sean coherentes con el punto del que partimos. Herramientas como Hootsuite, Metricool, Clientify, Meta Business o Google Analytics nos ayudarán a hacer un seguimiento exhaustivo de estos indicadores.
Elige tus canales de comunicación
Una vez que ya sabemos qué queremos conseguir y qué recursos tenemos para ello, es el momento para elegir las redes sociales en las que queremos y podemos estar presentes. Es muy importante este podemos, ya que la presencia en redes sociales requiere recursos y esfuerzos que deberemos asumir: no por estar en más vamos a tener más presencia; es mejor estar en menos, pero en todas con una presencia destacada, nunca residual (al margen de que podamos crear perfiles para conservar nuestro nombre en el caso de que en un futuro decidamos ampliar nuestra presencia en otras redes).
Por ejemplo, salvo que una de tus metas principales sea atraer e interactuar con una audiencia joven, tener una cuenta en TikTok solo por el hecho de estar presente en una de las redes de moda no sirve de nada si no concuerda con nuestro público objetivo e intereses.
Por tanto a la hora de elegir estas redes es importante que vayamos a aquellas en las que nos va a resultar más sencillo conseguir nuestro objetivo y que mejor responde a nuestra misión, visión y principios: si, por ejemplo, nuestra fuente de financiación principal o una de nuestras líneas de trabajo es la RSC, pues quizás lo más recomendable es que prioricemos LinkedIn sobre Twitter (ahora llamado X), por ejemplo, mientras que si somos una ONG recién creada y lo queremos hacer es ampliar nuestra base social, a lo mejor la estrategia más adecuada es ir a las redes sociales con más usuarios como Instagram o TikTok.
Cada red es diferente: comprende cómo y para qué usar cada una
Por último, pero no menos importante, cada red social es distinta y por ello, nuestro tratamiento, presencia y contenidos tienen que ser distintos. Podemos dar el mismo mensaje, pero en cada red social tenemos que utilizar herramientas distintas con recursos diferentes y contenidos diferenciados también; las stories de Instagram o la opción de hacer un directo nos ofrecen oportunidades muy interesantes a las ONG no solo para dar a conocer nuestro trabajo sino también para comunicarnos con nuestra base social de una manera más interactiva.
En redes sociales no vale todo y tampoco vale lo mismo para todos: los seguidores en Instagram son distintos, con inquietudes, rangos de edad, intereses y fórmulas de interacción muy diferentes a los de Linkedin, Twitter/X o Tiktok por lo que para cada una de las redes tenemos que tener unos objetivos, estrategias y contenidos diferenciados.
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