Acción social contra el trabajo infantil

El año 2021 es el Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil, y el próximo sábado 12 de junio se celebra el Día Mundial contra el Trabajo Infantil. Los últimos datos estiman que 152 millones de niños y niñas trabajan en todo el mundo a día de hoy, lo cual significa que uno de cada diez niños se encuentra en situación de trabajo infantil. Naciones Unidas afirma que, si bien es cierto que el número de niños en situación de trabajo infantil ha disminuido en 94 millones desde 2000, la tasa de reducción se desaceleró en dos tercios en los últimos años. Por ello, las ONG deben continuar trabajando para erradicar el problema.

Casi la mitad de los 152 millones de niños en situación de trabajo infantil tienen entre 5 y 11 años, y su labor está fundamentalmente concentrada en tareas vinculadas a la agricultura. El problema del trabajo infantil es especialmente grave en los países con menor nivel de desarrollo, en los que uno de cada cuatro niños se dedica a trabajos perjudiciales para su salud y bienestar.

África ocupa el primer puesto el primer puesto: el 20% de los niños trabaja, lo cual supone una cifra absoluta de 72 millones de niños. Asia y el Pacífico le siguen con un 7% de la población de niños en situación de trabajo infantil, es decir, 62 millones en términos absolutos. Dicho esto, el trabajo infantil no es un problema exclusivo de los continentes y países con menor desarrollo: en primer lugar, porque la vulnerabilidad que conduce a las situaciones descritas ha sido fundamentalmente generada por el Norte Global y, en segundo lugar, porque aunque los números varían, el trabajo infantil tiene un carácter plenamente global: en América, trabajan 11 millones de niños y, en Europa y Asia central, 6 millones.

Las personas, entidades y organismos interesados no se pueden limitar a “tomar medidas” sobre el trabajo infantil, sino que deben actuar eficazmente, realizar tareas de sensibilización y compartir experiencias para poner fin al trabajo infantil para el año 2025. Concretamente, la meta 8.7 del ODS 8 sobre el trabajo decente y el crecimiento económico persigue adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas contemporáneas de esclavitud y la trata de personas y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados, y, de aquí a 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas. Las ONG tendrán un papel central para la consecución de dicho objetivo/meta.

En primer lugar, es fundamental promover la educación de los más pequeños en aquellas áreas y países donde el trabajo infantil se encuentra más extendido. Es necesaria una atención educativa integral, con el objetivo de que los más pequeños se formen y encuentren la estabilidad en su entorno más próximo. Para ello, también es fundamental sensibilizar a la ciudadanía y movilizar recursos en los países con mayor desarrollo, con el objetivo de conseguir una protección plena en todas las esferas de sus vidas (alimentación, salud…) y poder situar el foco en el desarrollo de sus competencias.

El otro punto fundamental de la labor de las ONG es el trabajo con los gobiernos. La negociación con los gobiernos y las administraciones públicas es central para la promoción de leyes y acciones contra el trabajo infantil. Bajo una colaboración efectiva con los órganos de gobierno se puede llevar a cabo, además de una erradicación del trabajo infantil en sí, la eliminación de las causas estructurales del mismo. Este tipo de colaboraciones permitirá una reducción de la pobreza, garantizará un acceso a educación de calidad, aumentará la calidad de los empleos a los que acceden las familias y servirá también para modificar las normas y concepciones sociales que legitiman el trabajo infantil en las distintas zonas del mundo.

En resumen, las ONG deben trabajar por “establecer un modelo social y político con respeto a los derechos humanos de la infancia, en especial en la más vulnerable, para el cumplimiento de los indicadores de la Agenda” y la defensa del bienestar de todas las personas.