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Año nuevo, vida nueva. Y si hablamos de ONGs, también podríamos decir año nuevo, estrategias nuevas. Una vez terminado el 2017 y revisados todos los resultados del año, toca tener un momento de meditación para decidir en qué queréis mejorar este próximo año.

Un año más ha llegado la fecha en la que toda entidad sin ánimo de lucro debería llevar a cabo una reflexión interna para darse cuenta de cuanto de su trabajo podría llegar a realizar si no fuera por uno de los grandes cimientos de este tipo de organizaciones: los voluntarios. Este 5 de diciembre, desde SolucionesONG también hemos hecho un ejercicio de reflexión, y hemos vuelto a la conclusión de siempre: que sin nuestro equipo de asesores, como dice la canción, no somos nada.

Buena parte de la base social de las asociaciones sin ánimo de lucro la forman los voluntarios. Estas personas, que deciden dedicar su tiempo y su esfuerzo al progreso de nuestras entidades, son muchas veces vitales para el mantenimiento y supervivencia de nuestros proyectos. Por ello, nosotros también tenemos que asegurarnos de que velamos por su “mantenimiento y supervivencia” y no hay mejor forma que los seguros de voluntariado.