El 61,3% de ONG de Acción Social se financia a través de subvenciones públicas

Ante el descenso de fondos públicos, las entidades buscan fuentes de financiación alternativas para diversificar el riesgo, si bien una de cada tres entidades se enfrenta a problemas de liquidez de manera habitual.

Las entidades del Tercer Sector de Acción Social aprovechan las subvenciones públicas para obtener la mayor parte de su financiación (61,3% del total), frente al 23,9% procedente de financiación privada y el 14,8% de financiación propia [1]. La financiación privada adquiere mayor relevancia en fundaciones y entidades con mayores ingresos, mientras que la financiación pública se advierte como la predominante en las más pequeñas, asociaciones principalmente. Justo antes del periodo de crisis actual, la valoración de la evolución de los distintos canales de financiación era favorable, especialmente en lo referente a financiación propia (aumento del 40%) y pública (incremento del 46%). Se preveía un mantenimiento de los donantes regulares y de la financiación privada frente a un descenso del 30,7% en la financiación pública.

Con la reducción de los fondos procedentes de los Administraciones Públicas (descenso de entre el 5 y el 20%) y grandes empresas (reducción del 20-25%),[2] el 52% de las entidades han visto mermados sus ingresos en 2010. A este descenso del 1,28% en los ingresos totales de las entidades sociales, de las cuales apenas un 13% estiman que sus recursos crecerán a medio plazo, mientras que el 45% prevé un descenso, ha contribuido también la disminución de los fondos procedentes de Cajas de Ahorros a través de su Obra Social, cuyas aportaciones constituyen el 12,7% de la financiación privada.

Alta dependencia de la financiación de los gobiernos autonómicos

La mitad de los ingresos de fondos públicos (el 48,9%) procede del gobierno autonómico, muy por encima de la Administración General del Estado (15,5%), la Unión Europea (5,5%) y los Ayuntamientos. Esto da lugar a una alta dependencia de los gobiernos autonómicos, cuyos fondos se obtienen principalmente a través de subvenciones (44,5%) y convenios (39%).

Aunque la mayoría de entidades disponen de los recursos necesarios para el desarrollo de su trabajo, siendo estos mayores en entidades de mayor volumen presupuestario, una de cada tres entidades se enfrenta a problemas de liquidez de manera habitual, ante lo cual suelen recurrir a líneas de crédito (54%) y préstamos o créditos personales (43,5%).

Por otro lado, los inmuebles en propiedad se presentan como una importante partida en el activo de determinadas entidades. Son las fundaciones las entidades que en mayor medida cuentan con inmuebles en propiedad (49,4%), frente a una de cada cuatro asociaciones. Si bien, el 87,9% de las entidades destina estos inmuebles a usos relacionados con los servicios que presta la organización, el 12,1% restante los emplea como recurso de financiación.

Perspectivas de futuro: financiación propia y fundraising

En este contexto, las entidades ven necesario diversificar su financiación a través de la búsqueda de alternativas y potenciar aquellos canales que tienen menor peso en la actualidad, con el objetivo de reducir su dependencia de terceros, clave para la estabilidad. El impulso a la financiación propia se percibe como crucial junto con la priorización de la captación de fondos (fundraising).

[1] Según datos del “Anuario del Tercer Sector de Acción Social en España”, Fundación Luis Vives, 2010.
[2] Según datos del Informe “Los ingresos de las ONG de acción social: situación actual y expectativas”, de la Fundación Empresa y Sociedad.