¿Qué 5 tendencias están marcando la gestión de las ONG este 2024?

En un sector dinámico y cambiante como es el de la acción social, la adaptación de las ONG es clave para su desarrollo y relevancia. Este 2024 no es una excepción y ha traído consigo nuevas tendencias que emergen como pilares fundamentales en la gestión de las organizaciones. Desde estrategias de fundraising hasta la sostenibilidad o la medición de impacto, observamos cuáles están siendo las 5 tendencias indispensables para las ONG.

El Tercer Sector se caracteriza por su capacidad de evolución ante el cambio. Las ONG, acostumbradas a una adaptación constante a los cambios sociales y ambientales a los que nos enfrentamos junto a las necesidades que conllevan, son el ejemplo de ello.

En este artículo, analizamos las principales tendencias que caracterizan las estrategias definidas por las organizaciones para una gestión eficaz que reflejan las necesidades actuales del sector.

1. Nuevas dinámicas en la recaudación de fondos: la actualidad como fuerza de movilización

Las emergencias humanitarias llevan siendo la fuerza principal en la recaudación de fondos desde hace años. La actualidad, los medios de comunicación y las redes sociales se han convertido en los factores de mayor influencia en estas campañas de fundraising y captación de donantes o socios. La presencia e inversión en redes sociales, emailings personalizados, interacción con los medios… son algunas de las claves para la nueva cara de las campañas de donaciones. Lo hemos visto ante las últimas emergencias humanitarias causadas por conflictos armados, crisis medioambientales, climáticas. Valerse de estos medios aunado a una comunicación veraz y transparente son la nueva norma en el fundraising.

2. Colaboraciones y alianzas estratégicas como vía de expansión

En lugar de competir por recursos limitados, las ONG están optando por colaboraciones estratégicas con otras organizaciones, empresas y gobiernos. Estas alianzas permiten un intercambio de conocimientos, recursos y redes, ampliando el impacto colectivo y abordando problemas complejos desde múltiples perspectivas. Desde la Plataforma del Tercer Sector en su apuesta para los próximos años ponen el foco en el impulso de la interlocución con los poderes públicos a través del diálogo civil, el fortalecimiento de la cohesión interna, la ampliación de las alianzas estratégicas y la consecución de una mayor presencia e impulso a nivel territorial.

Las ONG están adoptando un enfoque cada vez más empresarial, centrándose en la generación de ingresos y una orientación hacia el mercado tal. Esto se refleja en su relación con donantes y usuarios, o en su colaboración con las administraciones públicas para proporcionar servicios. Al mismo tiempo, la creciente demanda de financiación estable ha llevado a las organizaciones a explorar la economía social, estableciendo cooperativas y otras empresas sociales en toda la Unión Europea para satisfacer las nuevas necesidades sociales .

3. La importancia del impacto medible y tangible

Las nuevas generaciones de voluntarios y voluntarias buscan ver reflejadas sus contribuciones, ya sean económicas o a través de la participación voluntaria, de manera tangible. Para ello, es imprescindible dedicar recursos a la medición de impacto de estas colaboraciones. Una vía es la medición desde un enfoque que abarque todas las facetas del voluntariado: las ONG están adoptando marcos de evaluación más sofisticados que van más allá de las métricas cuantitativas, incorporando narrativas cualitativas y análisis de sistemas para comprender mejor el impacto de sus intervenciones a largo plazo. Esto alienta tanto la confianza de las personas voluntarias (y potenciales colaboradoras) como el sentimiento de realización y satisfacción ante el trabajo realizado al ver que generan resultados visibles.

4. Los pilares de la sostenibilidad: institucional, económica, social y medioambiental

Tal y como identifica el informe de la Plataforma de ONG de Acción Social, resulta clave para el sector tener la capacidad para crear y fortalecer la cohesión social, tanto internamente, como externamente mejorando la interlocución con otros agentes sociales. Es decir, invertir esfuerzos en la innovación y diversificación de los modelos de financiación en en colaboración con otros sectores más allá del de acción social; involucrar a diferentes actores de la economía social y demás actores de la sociedad civil (ciudadanía, comunidades, movimientos sociales) desde un enfoque igualitario y que abogue por la diversidad. La sostenibilidad medioambiental es otro pilar, ya que impera la consideración del propio impacto medioambiental de las entidades en su apuesta por un nuevo modelo de economía circular.

5. La ética de la nueva tecnología y la era de la digitalización

Hemos comprobado cómo la inteligencia artificial ha llegado para quedarse. El boom de nuevas aplicaciones de estos avances tecnológicos ha creado a su vez la problemática de hacer un uso tanto ético como veraz, planteando nuevos retos en el sector. Por un lado, resulta indispensable no quedarse atrás ante la digitalización de los procesos de gestión en las organizaciones, valiéndose de los múltiples beneficios que supone. Por otro lado, se presenta un reto en su ejecución. La transformación digital está afectando la forma en que las ONG del se relacionan con sus colaboradores (ya sean trabajadores, donantes, voluntarios, empresas, usuarios). La brecha digital sin embargo influye en estos procesos y los colectivos con los que trabaja.

Para disfrutar de estos beneficios a la par que se mitigan los riesgos asociados al uso de estas nuevas tecnologías, es crucial que las administraciones aumenten su inversión. Esto implica proporcionar recursos económicos, talento digital e infraestructura tecnológica al sector, al mismo tiempo que se garantizan los derechos digitales de los ciudadanos y se promueve una digitalización ética, accesible e inclusiva.

La gestión de ONG en 2024 se caracteriza por los cambios experimentados en el fundraising, la creación de alianzas y sinergias, el impacto y el compromiso con la sostenibilidad y la digitalización ética y accesible. Aquellas entidades que abracen estas tendencias estarán mejor preparadas para enfrentar los desafíos del futuro y crear un cambio positivo y duradero en la sociedad.